sábado, 15 de septiembre de 2012

De lo inexplicable

Como vicario, soy testigo de cómo el color se esparce y baña las vidas de los que me rodean (y de los que dejaron de hacerlo hace mucho tiempo también, porqué no decirlo), mientras que yo sigo sumido más y más profundamente en un túnel monocromático sin encontrar salida alguna. Aunque de últimas ¿Quién ha dicho que el color sea para todo el mundo? no podemos generalizar que algo es bueno en general. Sí, a algunos les funciona, pero y a los demás, a los que no hemos encontrado sosiego en eso que llaman felicidad, a los que seguimos luchando instintivamente en nuestros interiores cual antiguos guerreros japoneses riñendo, no con otros guerreros, sino con nuestros demonios más íntimos ¿A nosotros qué nos queda? Sólo la tranquilidad que nos trae una plena autoconciencia.

lunes, 3 de septiembre de 2012

De las inconsistencias Hyper-Reload 3099

Y es así como se rompe otro pequeño propósito más en mi vida. Y no es que se rompa sólo, pareciera que hago hasta lo imposible por postergar algo que en el fondo (y en la superficie también) sé que es para mi propio bien. Ya no sé cómo disculparme conmigo mismo. Y lo peor de la situación es que ya ni siquiera me desilusiono, ya lo dejo pasar de largo con una mueca en la cara y un "ya será otro día" en el corazón. Y entre torceduras de boca y palabras de cardio-aliento, agrego otro renglón más a mi lista de cosas interminables. Espero realmente de todo corazón, que esa lista, por lo menos, sea de las pocas cosas que termine en mi vida.

martes, 20 de marzo de 2012

De la nada

Si la nada es la ausencia de todo, creo que tengo mucho de eso en mi cabeza. Lo peor, es que para ser  asuencia, en verdad se siente como mucho...

viernes, 16 de marzo de 2012

De la evolución

Hoy un amigo muy querido hablaba de una palabra que en lo personal me parece sumamente ambigua: Madurar. La gente de cierto estrato social, forma de pensar y anhelos la utiliza para descalificar a los demás que están fuera de este círculo y que así quieren permanecer. Si no quieres tener una gran casa con tres carros, cuatro hijos, un trabajo aburrido y una gran deuda con los bancos, te hace falta madurar. Pareciera que tienes que voverte sedentario para que los demás no se alteren y tengan una tranquilidad de saber que todo está en perfecto orden. Pero bien sabemos que esto no es así, todo siempre cambia, uno no puede tener todo bajo control. Y el estrés, la enfermedad del nuevo milenio, es impactante ver la cantidad de males que se dan a causa de algo que ni debería de existir. Vaya, no digo que uno no deba preocuparse por nada, pero vivir preocupado por cosas tan superficiales: Los pagos de la tarjeta de crédito, las colegiaturas de los niños, voy tarde al trabajo por el tráfico asqueroso, me robaron mi ipod. No, no y no, me rehuso arduamente a caer en eso. Díganme inmaduro, díganme inadaptado, díganme lo que quieran, por lo menos tengo la tranquilidad de vivir sin tantas presiones causadas por necesidades creadas y dispuestas por los cabecillas que mueven esos mismos sectores que utilizan palabras como madurar, conformista y mediocre para llevar a cabo sus fines. Esas palabras no me tocan, y eso que las oigo muy seguido.

jueves, 15 de marzo de 2012

De las palabras

Es extraño como unas simples palabras pueden generar un cambio tan radical en el estado anímico de una persona; pensar que un "te amo", "te odio", "cásate conmigo" o un "no me ha bajado" pueden cambiarte la vida, realmente me sorprende. Y es que simplemente son conjuntos de sonidos, pero la carga emocional que en ellas depositamos puede ser de proporciones abominables. Es en este punto en el cual me pongo a pensar en la fragilidad de nuestras almas. Si la persona indicada, en el momento indicado, dice las palabras indicadas, tu vida puede dar un giro de 720°. No así, cuando las palabras, la persona y el momento están todos disparatados, la situación puede convertirse en una de ésas que uno puede recordar toda la vida por su extrañeza. Después de todo este preámbulo pseudo filis´fico, es mi deber contar el suceso tan sublime que viví el día de hoy.
Estando yo en mi trabajo, el cual consiste en atender a los clientes de cierto banco, me entró una llamada a eso de las seis y media de la tarde. El cliente en cuestión me preguntó al comenzar la llamada si ésta sería grabada como dice una contestadora antes de que pase con los operadores. Le contesté muy amablemente que así era, que todas las llamadas eran grabadas para su seguridad y la nuestra. El cliente comentó que siendo así, quería quejarse de dos hijas de su puta madre rateras de mierda de cierta sucursal que le habían robado su maldita tarjeta de nómina y lo habían estado haciendo dar vueltas como pendejo, y que al final ni ellas, ni nadie del puto banco de mierda le había podido solucionar su pinche problema, que era el peor banco de México y que por favor se metieran la pinche tarjeta pendeja por el culo. Dicho esto, se despidió cordialmente con un gracias y colgó. 
Debo de confesar que después de tan singular llamada quedé maravillado, con una gran sonrisa en el rostro que, sin querer pecar de presuntuoso, me hizo ganar una felicitación por parte de un siguiente cliente por haberlo atendido de muy buena manera. Éste, sin duda alguna ha sido un día muy bueno, he servido a dos causas: A solucionar un problema, y como catarsis de otro. ¡Dios bendiga el servicio a clientes!

martes, 13 de marzo de 2012

De la inconsistencia

Y por azares del destino, por una u otra cosa o por la gracia de dios, he descalificado mi primer post en el que me comprometí conmigo a escribir una vez al día. Y es que no es algo que no quisiera hacer, es que la imposibilidad me llegó de imprevisto. No voy a mentir cuando digo que me siento desilusionado de mi actual actitud, pero puedo defender mi punto contra mí explicandome que nada de lo que NO hice tuvo que ver con mi ausencia de ganas para realizar las cosas. El problema es que siempre que me trato de explicar el porqué hice o no hice cierto algo, me refuto argumentandome que las explicaciones no son más que excusas para seguir en mi holgazanería mental. Por lo menos puedo decir que me sé muchas mañas para conservar esa bonita tradición llamada postergamiento, en eso sí soy todo un as.

Bukowski decía por ahí que el conocimiento es, si no se aplica, peor que la ignorancia. Yo lo aplico con elegancia a la búsqueda infinita de no hacer nada ¿Eso cuenta?

sábado, 10 de marzo de 2012

De la consistencia

Dicen por ahí que al igual que los músculos, las habilidades que tenemos también se fortalecen ejercitándolas, es por esto que creé este blog, simplemente para incrementar mis puntos de experiencia escritorial. De aquí para el real y a ver qué sucede con el tiempo. 

Y aprovechando el momento, quiero asentar por escrito la promesa que he de hacerme de escribir una vez al día.

Saludos a mí (no espero que nadie más lea esto) y que la fuerza nos acompañe por lo menos hasta que se acabe el mundo a final de año. Amén.